Una despedida simbólica es una manera distinta de decir adiós a alguien que amas, enfocándonos en celebrar su vida. Es rendir un homenaje que destaca lo especial que fue esa persona y cómo dejó huella en tu vida.
Celebrar una despedida simbólica nos permite vivir y procesar el duelo de esta pérdida. Es un encuentro que da la oportunidad a todas las personas que le querían de expresar y compartir su dolor, pero también recordar y celebrar su vida.
Una despedida simbólica no tiene un guión o unas pautas prefijadas, pero es conveniente planificarlo desde el sentimiento. Personalizar 100% el encuentro trae la esencia de esa persona y lo que tú quieres hacer por ella.s una manera distinta de decir adiós a alguien que amas, enfocándonos en celebrar su vida. Es rendir homenaje que destaca lo especial que fue esa persona y cómo dejó huella en tu vida.
Escoge el lugar donde reunir a toda la familia y amigos es importante para dar comodidad y privacidad al encuentro.
Trae esos detalles que te recuerdan a esa persona y utilízalos para personalizar 100% la despedida. Desde sus flores favoritas o la canción que tanto le gustaba, a su plato favorito o algún detalle especial y muy "suyo".
Elige una foto que capture su esencia, también creamos videos emotivos que recopilen los mejores momentos de su vida.
Un libro lleno de anécdotas, un árbol simbólico, un árbol con su esencia… Detalles que quieras para ti o para alguien muy especial.
Las despedidas simbólicas necesitan de un momento clave, un pequeño momento en el que todos juntos tomamos conciencia de una realidad para decir "hasta pronto". Un brindis, quemar esas últimas palabras que quieres decirle, escribir en el cielo, cantar a coro su canción favorita o aquello que más le represente.
Este detalle también cuenta. No puede faltar una mesa bonita para acompañar el momento, su vino favorito para el brindis o su plato estrella.
* Consúltanos a cerca del servicio «retransmisión en directo» si crees que alguien no podrá asistir. *
Contamos con la opción de retransmitir el momento en directo para todas aquellas personas que se ven con dificultades para asistir y quieren ser partícipes de la despedida.
La despedida simbólica es un encuentro que se organiza cuando la familia quiera. Habitualmente se realizan pasados 1 o 2 meses del fallecimiento.
También hay familias o personas cercanas que quieren hacer un encuentro especial pasado un año o más. Siempre es un buen momento para honrar a la persona que quieres.
Recuerda que se necesitan alrededor de 3 a 4 semanas para organizar el encuentro.
Por supuesto, cada persona necesita su tiempo para procesar el duelo y para honrar a la persona que se quiere nunca hay fecha límite. Bien sea el aniversario, en su cumpleaños o en una fecha singular, cualquiera es buen momento para organizar un encuentro especial por esa persona fallecida a la que quieres seguir recordando.
Cada encuentro es 100% personalizado y así lo será el presupuesto. Te invitamos a que nos contactes y, sin compromiso alguno, comentemos qué quieres hacer por esa persona tan especial para ti.
Los encuentros de despedida simbólica se pueden organizar en el lugar que tú elijas. Puede ser en casa, en un sitio especial para la persona fallecida o en un espacio privado que podemos contratar.
Contáctanos sin compromiso y cuéntanos donde te gustaría celebrar este encuentro.
Una despedida simbólica es un encuentro que no responde a una cultura o religión específicas. Al ser un encuentro 100% personalizado si tienes una tradición que quieres realizar, quieres incluir un rito religioso o detalles culturales especiales, todo es posible. Es un encuentro que trata de aportar luz a la oscuridad de este momento tan delicado.
En numerosas ocasiones sincronizamos el evento para que tenga lugar a continuación de una misa funeral en una capilla o iglesia.
Las despedidas simbólicas son momentos que muchos profesionales de la medicina, la psicología y la espiritualidad recomiendan hacer a la mayor parte de las personas para que les ayude a avanzar en su proceso de sanación del duelo.
Esto se debe a que la pérdida genera en muchas ocasiones incredulidad, la persona no es consciente realmente de que su ser querido ha fallecido. Por eso, dentro de las fases del duelo está la conocida fase de “aceptación”.
Una despedida simbólica ayuda precisamente a que la persona tome, de forma consciente, realidad con ese momento, “acepte” la pérdida y se despida internamente.
Aunque realizar una despedida simbólica es recomendable en casi todos los casos de fallecimiento de un ser querido, es aún más recomendable en todos aquellos que sufren una pérdida repentina e inesperada. Pueden ser fruto de un accidente, una muerte súbita, una enfermedad muy agresiva, etc.
Un mínimo de 4 semanas es lo que hace falta para organizar el encuentro con todos sus detalles. Aunque esto depende de cómo quieras personalizar la despedida simbólica.
Te invitamos a que nos comentes sin compromiso qué quieres hacer y te orientaremos de los plazos necesarios.
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