Aquí os dejamos un texto de San Agustín de Hiponia, Bonita manera de percibir la muerte y aceptarla.
“No llores si me amas”
La muerte no es nada.
Yo solamente he pasado para el otro lado del camino.
Yo soy yo, vosotros sois vosotros.
Lo que yo era para vosotros,
Seguiré siendo.
Me den el nombre que siempre me habéis dado,
Hablen conmigo
Como siempre habéis hecho.
Vosotros seguiréis viviendo
en el mundo de las criaturas,
yo estoy viviendo en el mundo del creador.
No utilicéis un tono solemne o triste,
Continúen riéndose
De aquello que nos hacía reírnos juntos.
Rezen, sonreían, piensen en mí. Rezen por mi.
Que mi nombre sea pronunciado como siempre ha sido,
sin énfasis de ningún tipo.
Sin ningún trazo de sombra o tristeza.
La vida significa todo lo que ella siempre ha significado,
el hilo no ha sido cortado.
Por qué yo estaría fuera de vuestros pensamientos ahora que estoy solamente fuera de vuestras vistas?
Yo no estoy lejos, solamente estoy del otro lado del camino…
Tú que te has quedado ahí sigue adelante, la vida continúa, linda y bella como siempre sido.
Esta lectura nos quiere transmitir que la partida de nuestros seres queridos no significa el fin, sino el comienzo de una nueva forma de llevarlos con nosotros. Aunque la tristeza nos invada en momentos de nostalgia, recordemos que su espíritu vive en nuestros corazones y que debemos honrar su memoria viviendo nuestras vidas de manera plena y feliz. Sigamos adelante, llevando su amor y enseñanzas como guía, sabiendo que ellos siempre estarán presentes en cada paso que damos.
